Qué es la SQM
La Sensibilidad Química Múltiple es una enfermedad crónica adquirida, caracterizada por la presencia de síntomas de variada intensidad que aparecen ante la exposición a bajos niveles de sustancias químicas previamente toleradas por el mismo individuo o por la mayoría de la población.
La Sensibilidad Química Múltiple (SQM) está reconocida en España desde 2014. Está tipificada en el código internacional de enfermedades (CIE9 MC) con el código ICD 995.3, y con el código T 78.40 en el CIE 10.
La SQM fue identificada por primera vez en la década de 1950 y en 1987, un grupo de la Universidad de Yale, liderado por el Dr. Cullen, definió la enfermedad. En 1989, se establecieron los criterios diagnósticos internacionales que siguen vigentes:
Los síntomas son reproducibles.
La enfermedad es crónica.
Niveles bajos de exposición ocasionan síntomas del síndrome.
Los síntomas mejoran al eliminar los desencadenantes.
Las reacciones ocurren frente a múltiples sustancias no relacionadas químicamente.
Los síntomas afectan a múltiples sistemas.
La Sensibilidad Química Múltiple suele ir acompañada de Fibromialgia (FM), Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), o Electrosensibilidad (EHS).
Diagnóstico
La detección y diagnóstico de la Sensibilidad Química Múltiple (SQM) se basa en criterios clínicos, como los síntomas aportados por los afectados y su historial de exposición a productos químicos. Para ayudar al diagnóstico, se utilizan cuestionarios que identifican a los agentes que desencadenan los síntomas y miden su gravedad, así como su impacto en las actividades cotidianas.
El cuestionario más utilizado para evaluar la SQM es el QEESI (Quick Environmental Exposure and Sensitivity Inventory). Este cuestionario es un instrumento validado y fiable para medir la gravedad y el pronóstico de la enfermedad.
Para valorar el grado de severidad de la enfermedad en España se emplea la clasificación SANOXA (Hospital Clínic de Barcelona), que utiliza la puntuación del QEESI en una escala del I (leve) al IV (grave).
Prevalencia
La incidencia de la Sensibilidad Química Múltiple (SQM) no es fácil de determinar, sin embargo, algunos estudios estiman que la prevalencia de la SQM oscila entre el 0,2% y el 4% de la población.
Se observa un claro predominio de mujeres entre los afectados.
Causas
En muchos casos, la SQM se desarrolla en el ámbito laboral debido a la exposición a plaguicidas, productos industriales y otras sustancias químicas.
Martin Pall (2009) considera que los tipos de sustancias químicas más comúnmente involucradas en el desarrollo de la SQM son los disolventes orgánicos (formaldehido, benceno, tolueno, xileno) y los pesticidas, especialmente los organofosforados, carbamatos, organoclorados y piretroides. Estas sustancias ocasionan estrés oxidativo, que es responsable de los síntomas de la enfermedad.
Una vez que se ha desencadenado la enfermedad, se produce una sensibilidad o intolerancia a bajos niveles de un amplio espectro de sustancias químicas como las contenidas en los perfumes, pinturas, productos de limpieza, tintas, plásticos, humos de motores de combustión, muebles, aditivos alimentarios y fármacos. Hay numerosos listados de productos químicos relacionados con la aparición de los síntomas de la SQM, debido a la enorme variedad de tóxicos ambientales.
Síntomas
La SQM es una enfermedad multisistémica; la persona afectada experimenta efectos multiorgánicos tras la exposición a contaminantes en concentraciones menores de las que se consideran capaces de causar efectos adversos a la población en general. Los síntomas pueden aparecer ante sustancias previamente toleradas.
Los síntomas son diversos, variables en gravedad, frecuencia y duración e implican a diferentes órganos y sistemas: cardiovascular, gastrointestinal, respiratorio, músculo-esquelético, endocrino, inmunológico, nervioso, aparato reproductor, vejiga y piel.
Entre los síntomas más comunes se encuentran la fatiga extrema, cefalea, problemas gastrointestinales, mareos, ansiedad, depresión, irritación de las vías respiratorias superiores, dolor muscular y articular, y dificultades de memoria y concentración (Sorg, 1999).
Actuación terapéutica
La Sensibilidad Química Múltiple (SQM) no tiene un tratamiento farmacológico específico. La literatura científica avala mayoritariamente como mejor método de tratamiento la evitación de las sustancias químicas desencadenantes de los síntomas.
La evitación de exposiciones a tóxicos se ha demostrado como la medida más eficaz. El apoyo psicológico y social ayuda a afrontar los cambios necesarios para adaptarse a la enfermedad.
El control ambiental es esencial para mitigar los efectos de la SQM, lo cual incluye la eliminación de los productos tóxicos:
Para ello es necesario:
- Ventilar adecuadamente los interiores y usar purificadores de aire. Además, evitar la contaminación exterior: humo, tráfico y actividad industrial.
- Alimentos naturales, libres de aditivos, pesticidas, metales pesados.
- Utilizar filtros para eliminar los tóxicos del agua.
- Evitar cosméticos con sustancias sintéticas o metales, utilizando aceites naturales y orgánicos.
- Usar ropa de tejidos naturales como lino o algodón orgánico. Buscar ropa con certificación para textiles libres de tóxicos STANDARD 100 by OEKO-TEX® y Global Organic Textile Standard (GOTS)
Adaptación a la SQM
Existe la creencia de que la exposición repetida a tóxicos genera tolerancia, pero, en realidad, empeora los síntomas y agrava la enfermedad. Por ello, las empresas y unidades de salud laboral deben tomar medidas para evitar la exposición a sustancias tóxicas en el ámbito laboral (la Ley de Prevención de Riesgos Laborales contempla la protección de los trabajadores).
Debe adaptarse el puesto de trabajo a los afectados por la SQM, y, si es necesario, cambiar el puesto de trabajo. Además, se debe informar al entorno cercano sobre la enfermedad, para que comprendan la situación del afectado.
Una vez diagnosticada la SQM, hay que aprender a convivir con ella, adaptarse a los cambios y modificar los hábitos cotidianos.
El afectado debe buscar apoyo y compartir experiencias para canalizar la frustración.